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Rip Van Reaper

Pasado...

Una mañana desperté y el Sol ya había salido. Miré por la ventana, encontrando pájaros y hormigas, y alguna que otra mosca tempranera. Y sin embargo, no había razón para levantarme.

Tenía que ir al colegio, de eso no había duda. La casa ya estaba sola, todos se habían ido a cumplir con sus obligaciones. La vida se había vuelto un río que pasaba sobre mí, como una piedra en el fondo. Todo parecía moverse a mi alrededor, más rápido de lo que yo podía avanzar.

Allí fue donde tiré la toalla.

Si la vida iba a seguir, que pasara de mí. Me fuí quedando solo, llegando del colegio sólo a dormir, para despertar al día siguiente, para abrir los ojos a ese día que volvería a pasar como el de ayer, y el de antes de ese, sin novedad.

Me fui olvidando de la fecha, del día de la semana, de la hora, viviendo al margen del tiempo como un alma sin cuerpo. El Internet trajo pornografía, pero más que eso, me regaló a Baudelaire, a Poe, a Gibran y a esa panda de locos que pasaron muchas noches sin ver la Luna. Therion, Haggard y La Polla Records comenzaron a poblar mis labios, sin importarles si me emparejaba a los Ángeles del Infierno o al Requiem de Mozart. Cualquier cosa me animaba, mientras fuera triste.

La muerte pisó mi huerto, cayó la plaga. Me despertaba con la firme idea de que algún día no lo haría, y sólo rogaba que fuera pronto. Mi mayor alegría hubiera sido amanecer flotando boca abajo, un balazo en la cabeza.

Así arrastraba mi vida, dandome cuenta de que había alcanzado el estado que los místicos llaman el Satori o Nirvana. Una revelación de las cosas. Comenzé a ver la falsedad y lo vulgar de la vida. Dejé de ver cuerpos hermosos y pechos atrayentes, y veía la luz que acariciaba las almas vacías resbalar en la superficie, pues nada había debajo.

Dejaron de atraerme las personas. Empezé a verlos como eran. Así la descubrí. No era muy bella, ni tenía un cuerpo estilizado, mas era más humana que el resto de la gente. Pude abrirme con ella, hablarle de todo, y me comprendía. Ella se abrió conmigo, nos volvimos amigos. Tarde o temprano las cosas pasaron a otros planos.

Algún día, en las largas horas de conversación, le dije: "Desearía que llegara el día en que al llegar a casa, encontrara en la cama algo mas que sábanas". Hace unos días llegó de la universidad, fatigada y hambrienta, y yo aún estaba en casa. La recibí con un beso, y me dijo: "Ahora entiendo lo que querías decir. Las cosas son muy diferentes cuando alguien espera que regreses".

Un hogar es eso. Un lugar al cual regresar.

Espero que encuentres el tuyo, y que, al abrir la puerta, alguien esté esperandote, para compartir la cama y el pan, la risa y la lágrima. Y nunca más volverás a estar sol@.

1 comentario

WinterWolf -

ahora cuando ya casi ni me conecto al PC por el tema del hack a Tari, reviso solo mi email y me da tiempo de dar una vuelta por los blogs que ya no revisaba. Me encuentro con estas palabras, que me llaman la atencion, como siempre.
Me gusta siempre leer aquellos pensamientos de gente que siente y piensa, de alguna manera, aunque vaga.. igual que yo.
ESPERO QUE NO TE DETENGAS, SIGUE SIEMPRE ASI.

WinterWolf.