Blogia
Rip Van Reaper

Las cosas que perdemos

Hoy estoy melancólico. Muchas cosas se han largado de mi vida estos ultimos meses.

 

Se largó el anhelo de aventuras, gracias a mi NeutraNurse, se largó Mr. O., que se despidió de la universidad sin molestarse en pagar la laptop que rompimos (ya que cuando tuvimos el dinero el se lo gastó), perdí las ganas de vivir hoy en la mañana, en que (y para no variar) mi padre me dio un sermón sobre lo irresponsable que soy cuando le dije que quería hacer el exámen de la carrera de medicina, y el amor probablemente se largue pronto, ya que Mi Shika se desiluciona mas cada vez.

Y no es que no nos llevemos bien. Pero las cosas se ponen muy deeeensas para mi. Ya me dijo que no volveremso a usar la "Back Door" para el sexo HASTA la noche de bodas. A mi esos chantajitos no me laten. Además, cada vez que en la pantalla de la tele, en la calle o en revistas mira a un bebé, pone esa cara de niña tierna y me dice "Riiip, quiero un bebeeé" (pronunciese por un segundo cada letra repetida).

Y eso no es todo. Ha (hemos) estado faltando/llegando tarde a clases porque en las mañanas apaga el despertador para acurrucarse conmigo "otros cinco minutos". Y claro, esos cinco mintutos se prolongan hasta medio día.

Por todas esas razones he decidido limitar mi estancia en su casa a los fines de semana. Y claro, eso le va a dar en la torre. Anoche me mandó un mensaje quejándose de que no fui.


Hace mucho que no sentía tanto la pérdida de las cosas. Recordando el cuento de La llave de plata de Howard Phillips Lovecraft:

"Cuando Randolph Carter cumplió los treinta años, perdió la llave de la puerta de los sueños.

Anteriormente había compaginado la insulsez de la vida cotidiana con excursiones nocturnas a extrañas y antiguas ciudades situadas más allá del espacio, y a hermosas e increíbles regiones de unas tierras a las que se llega cruzando mares etéreos. Pero al alcanzar la edad madura sintió que iba perdiendo poco a poco esta capacidad de evasión, hasta que finalmente le desapareció por completo..."

Así, yo también siento que he ido perdiendo la capacidad de pensar diferente a los otros, que me he ido homogeneizando, que, como dice una canción de El Ultimo que Zierre:

"Alguien me dijo: observa tu destino
no hay vida entre estos muertos palidecidos
tus ilusiones seran prisiones
aprovecha de tu cuerpo
antes de ser un muerto. Un muerto.

Te vas vendiendo, te vas muriendo
pues nadie ama a los mendigos
¿Entiendes lo que digo?
Muere. Si quieres ser amado. Amado, amado...."

Así como ellos, me he ido muriendo y vendiendo para poder ser amado como parte de la sociedad. Para poder tener todo eso que me aprisiona, para tener una casa con jardín y cerca blanca en los suburbios, para tener una familia (no la quiero aún, pero en algún momento), pero siento el conflicto entre ser un individuo y ser parte de la sociedad, entre vagar por los montes y las playas para ser libre, o morir palideciendo en un edificio de oficinas, entregando trozos de mi vida para tener el dinero que la sociedad exige para que la maquinaria siga fluyendo. No hay duda de que quiero ambas, o cuando menos partes de ambas. Quiero ser libre. Pero no quiero estar solo.

2 comentarios

Rip Van Reaper -

Es el morbo. Y esto resurgirá hoy.

Vorguees -

Bueno, un comentario, jeje. Tal vez hasta ya hayas dado de baja esto, pero la neta me agrado leer tu 'diario' hasta el esta ultima fecha, lo que no se si es por el morbo de ver que es lo que sigue en tu vida o 'solo el arte de tu escritura', jeje.

Lo que puedo decir es que animo y adelante. Un saludo grande y suerte con lo que hay mas adelante.